sábado, octubre 21, 2006

La contadora

Recuerdo el resplandor del "organigrama" en el colegio
no era solo la palabra: una mezcla entre organismo y diagrama
organización y electrocardiograma, no,
me gustaba sobre todo el poder distributivo
que de ella emanaba.
¡Tener todo el diagrama de la administración!
Y pulirlo, hacerlo brillar, perfecto, abstracto
en perfecta comunión con su lenguaje.
Eso es el lenguaje para mí, también:
orden distributivo
como el sol de Sor Juana, distributivo.
Lo que se distribuye, como un tributo
pero también justa, exacta, equitativamente
con equidad, no igualdad, no todo
sino un contrapeso, una organización
que tenga en cuenta la vida, es decir,
lo imposible de organizar, es decir,

lo irracional: una convivencia.

Encontré parte de este recuerdo en mi diario íntimo. Lo transformé en poema.