viernes, agosto 31, 2007







Solaris.



Como cielos de tormentas, tu amar embravecido, ululante, amansador de mil manos, labios y vino espumantes, abrigador de mil muescas, curvas, consolador de babas.
Me envuelvo de tu forma, impenente.
Me entinto en tu vacío, rocío de mil muertes, que me traen.










Este poema lo escribí en 1997, luego de la primera vez que leí Solaris. Ya unos años antes había visto la peli en un ciclo del San Martín. Ahora que vuelvo a pensar en esto, siento que este poema es nuevo. En su momento fue parte de una serie llamada Travestis, que iba a formar parte de Estremezcales pero no fue así. La publiqué en el sitio de ZR y me olvidé un poco de ella. Hasta ahora.

viernes, agosto 10, 2007

ogros

Otra vez una vuelta
esto es, a los saltos, ingenuo, un regreso:
hay trabajo, hay paciencia
hay punto por punto
¿qué me representa?
todas las vueltas que doy
para lograr esto que logro
unánime
hasta ahí
el infinito siempre a un paso
ahí
todo medido, todo metido
hasta ahí, desde allá, para acá
el infinito aparece
en los goznes de ese montruo
l´ogro
medido así
articulado
esa lesión de la erosión
la úlcera
su escama y su corteza
cortedad
equilibrio que surge del corto alcance
no puede volar
no impera
las excusas, son exclusas
los huesos, remos, muletas
la carne es lo que duele
se escalda, cae.
Momia feroz, queréme.

Escribí este poema en el colectivo, volviendo de trabajar. Se lo dedico a Lucio Arrillaga y a Juan Salzano, personas en quienes pensé luego de escribirlo. Por Juan, agregué la palabra muletas, que no estaba allí en el primer impulso.