Laguna oca
Tronco, pájaros que se caen de los árboles
camalotes como trifidos
entre las piernas
algo
gorgotea como una pava de mate
olvidada al fuego
el otro
rechina como una matraca
aquél ejerce, como siempre
– pero nunca para mí –
la carpintería.
Aquí en el oro lodoso
de los pájaros y los poetas
me gusta vivir.
Costanera
Mate, Mariano y melisa,
matrimonio de los crujidos
y la razón.
El agua se nos viene encima
con los motores
de humanidad naturalizada.
Aún aquí, pura dieta esta cultura,
orbe insalubre. Pero
un camalote es un pato
dormido de agua.
Formosa
no hay historia
no hay mundo
solo piel y yerba
almas que vienen a mí
como las olas a la orilla del Paraguay
tierra de nadie
espejo de aguas alucinante
con su alusión directa
al cielo.